martes, 29 de marzo de 2011

LAS GALLETAS DE LA ABUELA DE REBECA

La semana pasada estuve muy atareada con las cosas de siempre pero como que se multiplicaron y no os puede enseñar estas galletas tan ricas.

Un día de los que bajé al cole a buscar a la niña estuve con Rebeca y Nuria. Esta última decía que había intentado hacer las galletas que le había dicho Rebeca y que no le salían, que por que no quedaban y se las enseñaba a hacer y por supuesto yo no me lo iba a perder, faltaría más.

Aquella misma tarde quedamos en que vendrían a casa y prepararíamos las galletas y unas hamburguesas vegetales de las que no tengo fotos...cuando hay hambre y está rico...

Estuvimos toda la mañana metidas en la cocina, se nos pasó en un pis-pas, y lo más importante Nuria y yo aprendimos a preparar unas galletas que estan de vicio.

Las adornamos con guindas, fideos de colores, perlitas de chocolate, una mezcla de coco y chocolate muy rica y algunas las pintamos con yema de huevo.

Como Nuria era nueva en el oficio la pusimos a amasar y después de un rato dándole a la harina nos preparó esta masa tan buena, suave y manejable. Ahora ya no nos podrá decir que no sabe amasar.



NECESITAMOS: (sale aproximadamente un kilo de galletas).

- 200 gr. de mantequilla.

- Una yema de huevo (guardamos la clara).

- 200 ml. de nata líquida para montar.

- 9 cucharadas soperas de azúcar.

- Un sobre de levadura.

- La harina que admita.



LO HACEMOS:


Derretimos la mantequilla en el microondas, le incorporamos la nata y mezclamos bien. Añadimos el azúcar y volvemos a batir. Por último agregamos la yema de huevo y volvemos a mezclar.

Como resultado tendremos una masa líquida a la que iremos poco a poco añadiendo la levadura y la harina hasta que vaya tomando cuerpo. Cuando sea así la ponemos en la mesa de trabajo e incorporamos la harina necesaria hasta conseguir una masa suave y manejable, como la de la foto.

Ya con la masa preparada sacamos nuestros cortapastas favoritos y precalentamos el horno a 180º.

Ponemos una bola de masa entre dos tiras de papel de film y la estiramos con el amasador. Cortamos con los cortapastas y ponemos en una bandeja para el horno (bien engrasada bien con papel de horno), adornamos como más nos guste y metemos en el horno unos 15 minutos.


Ya sabéis que los tiempos de horno son orientativos. Cuando las veáis con tostaditas por los bordes como las de la foto será el momento de sacarlas.
Espero que os gusten tanto como a nosotras....

lunes, 21 de marzo de 2011

PLUM-CAKE

Del libro de recetas de mi bisabuela esta es la que más recuerdos me trae ya que fue de las primeras cosas que me atrevía a preparar y además mi madre me dejaba estar sola en la cocina sin ningún tipo de ayuda, entonces tenía unos quince años.
Uno de los problemas de esta receta era el levantar las claras a punto de nieve, no tenía como ahora una batidora de varillas y había que hacerlo con mucha paciencia, dos tenedores, tiempo, mucho tiempo y luchar contra el dolor de brazo, hasta que aquello quedaba de la consistencia adecuada. Esta vez lo hice en unos minutos y encantadísima de ver como aquello subía sin el más mínimo esfuerzo.
Otro de los retos de esta receta es el cremor tártaro, que entonces no tenía ni idea de lo que era ni nadie que me lo explicara y le ponía un sobre de levadura y así subía muy bien. Con el tiempo he aprendido lo que es el cremor tártaro y que levantando las claras a punto de nieve no me hacía falta la levadura.
Este plum-cake lleva en la receta original limón y naranja confitados. El primero lo he sustituído por unas guindas que me sobraron del roscón de Reyes y he aprovechado parte de la naranja que confité para dicha ocasión.
Como es normal no nos da ni la temperatura ni el tiempo que debe estar el plum-cake en el horno, así que ya sabéis a ojo.
NECESITAMOS:
- 175 gr. de mantequilla.
- 175 gr. de azúcar.
- 320 gr. de harina-
- Una copita de ron o coñac (yo puse coñac)
- Un puñado de uvas pasas (yo suelo macerarlas antes en el licor elegido).
- Media docena de guindas partidas en trozos.
- Naranja confitada en trozos (la cantidad que queramos)
- Cuatro huevos.
- Cremor tártaro. De los sobres de litines que venden en Mercadona el blanco.
LO HACEMOS:
Os copio la receta tal cual viene en el libro:
"Prepárese en una vasija la mantequilla, bátase bien, hasta dejarla muy blanca, añádasele el azúcar, volviendo a batirlo un largo rato y añadiendo unas cuantas pasas de Corinto, después de limpias; se agregan unos pedacitos de limón (en mi caso las guindas) y naranja confitados, otro de crémor tártaro y una copita de ron o coñac y cuatro yemas de huevo; se remueve todo muy bien, y, por último, las cuatro claras batidas a punto de nieve; se mezcla todo, se vuelve a remover y se vierte la pasta en un molde de lata alargado, previamente preparado con un papel en el fondo untado con mantequilla."
En la lista de ingredientes no menciona el licor, las pasas, el limón y las naranjas ni los huevos, y mucho menos que se deban separar las claras de las yemas; como veis no dice nada de incorporar el punto de nieve con cuidado para que no se estropee, y mucho menos la temperatura y tiempo en el horno, que por aquél entonces eran de carbón y sólo ellas sabían como manejarlo.
Yo lo puse a 180º durante unos cincuenta minutos, de todas maneras vosotr@s conocéis vuestro horno y podréis calcular el tiempo necesario, pero tarda en cuajar mucho tiempo.

Espero que os guste tanto como a mí.

viernes, 11 de marzo de 2011

BOCARTES RELLENOS

Cuando vi esta receta en el blog de Astrid no tuve dudas de que íbamos a cenar el sábado pasado.

Me gusta mucho visitar la cocina de Astrid y ver esas pequeñas maravillas que prepara, tanto dulces como salada, que siempre te dejan con ganas de más.

En Cantabria a la anchoa o boquerón se le llama bocarte, es una de las peculiaridades del pescado, en general, en la tierruca, que no se conoce con el mismo nombre que en el resto de España.

Estos bocartes rellenos de cebolla caramelizada y piquillos tienen un sabor tan especial que os recomiendo que los hagáis. Yo preparé tres para mi marido y tres para mí y nos supieron no a poco sino a poquísimo y es que una vez que los has probado no puedes parar.


NECESITAMOS:


- Bocartes frescos y limpios, abiertos a la espalda sin espina.

- Pimientos del piquillo.

- Cebolla, variará según la cantidad de bocartes que preparéis. Yo usé una grande.

- Coñac. La receta original usa Oporto pero yo no tenía.

- Harina.

- Huevo.

- Aceite.

- Sal.


LO HACEMOS:
Lo primero confitamos la cebolla. Para ello picamos la cebolla finamente en juliana.
En una sartén calentamos un chorro de aceite e incorporamos la cebolla a fuego vivo durante unos cinco minutos vigilando que no se nos queme. Pasado este tiempo bajamos el fuego y añadimos un chorro de coñac y una cucharada de azúcar y dejamos hacer a fuego suave unos veinte minutos o hasta que la cebolla esté hecha y dorada.
Si queréis se le puede añadir un chorrito de vinagre de Módena que le da un gusto especial.
Dejamos templar la cebolla y montamos los pinchos.
Para ello salamos todos los bocartes y colocamos la mitad sobre una superficie lisa. Sobre cada bocarte colocaremos un trozo de pimiento y sobre éste la cebolla caramelizada. Tapamos con los bocartes que hemos reservado y formamos el pincho.




Una vez formados todos los pinchos los rebozamos en aceite bien caliente y los dejamos sobre un papel absorbente para que pierdan la grasa.
Cortamos el pan y ponemos un bocarte en cada trozo y... a disfrutar.
Espero que os gusten tanto como a nosotros.

jueves, 3 de marzo de 2011

HOJALDRE DE MORCILLA

A Paz por su interés.
Esta morcilla tan vestida es un plato sencillo, de esos con que se queda genial cuando tenemos invitados a comer y que gusta a casi todo el mundo. Su secreto: una base de cebolla bien pochada, un tomate que realce su sabor y por supuesto, hambre.
Este también fue uno de los platos que le hice al peque para su cumple y fue muy bien recibido por todos.
NECESITAMOS:
- Una placa de hojaldre. Yo uso la de Lidt.
- Una morcilla de Burgos de las de arroz.
- 2 cebollas medianas, tres si son pequeñas.
- Una lata de tomate triturado.
- 2 dientes de ajo.
- Medio pimiento rojo.
- Medio calabacín mediano.
- Aceite.
- Una cucharada de azúcar.
- Sal.
- Un huevo (opcional).
LO HACEMOS:
Picamos la cebolla en juliana y la pochamos a fuego muy suave hasta que esté dorada. Dejamos enfriar y reservamos.
Precalentamos el horno a la temperatura que indique el paquete de hojaldre.
Preparamos la placa de hojaldre y la extendemos bien.
Quitamos la piel a la morcilla. Para que la piel salga bien y no se rompa la morcilla ésta debe estar muy fría, así que es conveniente tenerla en la nevera hasta el último momento.
Extendemos la cebolla en la placa de hojaldre de tal manera que le sirva de cama a la morcilla.
Colocamos la morcilla sobre la cebolla y cerramos el hojaldre cortando el que nos sobre y que podemos utilizar para adornar.
Si queremos batimos un huevo y pintamos con él el hojaldre. A mi me gusta más sin huevo.
Bajamos la temperatura del horno siguiendo las indicaciones del paquete de hojaldre y horneamos la morcilla unos veinte minutos hasta que el hojaldre esté dorado.
Para el tomate:
Picamos en cuadrados del tamaño que nos guste el pimiento y el calabacín. Reservamos.
Picamos los dientes de ajo muy pequeños.
En una cazuela pequeña ponemos un chorrito de aceite y el ajo. Cuando el ajo empiece a saltar en el aceite añadimos el pimiento y el calabacín y lo rehogamos bien. Dejamos que se haga un poquito y retirando la cazuela del fuego para que salte lo menos posible añadimos el tomate, la cucharada de azúcar y sal al gusto.
Bajamos el fuego y dejamos que el tomate se haga poco a poco.
Cuando el hojaldre esté hecho lo sacamos del horno y lo dejamos templar, casi que esté frío para poder partirlo sin que se rompa.
Lo servimos acompañado por la salsa de tomate.