miércoles, 29 de junio de 2011

LAS ROSQUILLAS DE ADE



¿A quien le gustan las rosquillas? Aquellos que no estáis muy convencidos es por que no habéis probado las rosquillas de Ade. Qué no sabéis quien es Ade. Ade es una estupenda amiga y cocinera que comparte conmigo  horas y horas de catequesis, eso si, sin desfallecer lo más mínimo.

Las rosquillas que veis en la foto son las que conseguimos salvar de la merienda de guitarra y las vestimos así de guapas para que os encandilaran a todos.

En la parroquia del Carmen, en el barrio de Montaña, en Santander, los niños pueden aprender a tocar la guitarra y a final de curso ofrecen un concierto para los padres y todo aquel que quiera acercarse a escucharles. Tras el esfuerzo y como no puede ser menos ¡¡¡MERIENDA!!!  Lidia, la profe, es la que se encarga de avastecernos con todo tipo de viandas. Cada año los niños son más y algunas madres pensaron que estaría bien que aportáramos algo ya que éramos más los que íbamos a oír a los niños que éstos.

Ya sabéis donde me meto cuando estoy tantos días sin aparecer por vuestros blog y os digo que no tengo tiempo para nada.

NECESITAMOS: (para unas 50 rosquillas).

- Seis cucharadas de azúcar.
- Cuatro huevos.
-  Doce cucharadas soperas de aceite de girasol.
- Dos cucharadas soperas de agua.
- Dos sobres de levadura.
- Anís al gusto.
- Harina, la que admita.
- Azúcar glas para adornar.
- Aceite de girasol para freír las rosquillas.


LO HACEMOS:

En un bol batimos el azúcar y los huevos hasta que aumenten de volumen. Añadimos el aceite, el agua, la levadura, el anís y mezclamos bien.

Incorporamos poco a poco la harina y mezclamos con una cuchara de madera. Cuando ya no podamos trabajar la masa en el bol con la cuchara la ponemos en la mesa y seguimos añadiendo la harina y trabajando la masa hasta que quede una masa suave y que no se nos pegue en las manos.

Damos forma a las rosquillas y las marcamos con un cuchillo de sierra.

Por último, las freímos en aceite de girasol que no esté muy caliente y las espolvoremos con azúcar glas.

¿Os animáis? Están estupendas.

sábado, 18 de junio de 2011

FALAFEL PARA JUANA



Hace unas semanas mi amiga Juana y yo comentamos la posibilildad de hacer la misma receta y publicarla al unísono y uno días más tarde decidimos dedicársela a Tito  por las razones que todos sabéis.

A la hora de elegir el plato no hubo duda, un riquísimo falafel del cual dicen que es uno de los platos más antiguos puesto que ya lo comían los faraones egipcios. Esta croquetas de legurmbres son el plato más popular de todo Oriente Próximo y del Egipto de los faraones se difundió a la península Arábiga, especialmente a Yemen. Cuando los yemeníes emigraron al norte de la península, a principios del siglo XX, entraron en contacto con emigrantes del Creciente Fértil y del norte de África, quienes, al volver a sus países de origen, se llevaron consigo este plato, haciéndolo popular a través de establecimientos callejero.

La receta que os ofrezco no es muy complicada aunque se que requiere bastante tiempo, los garbanzos hay que dejarlos a remojo el día anterior y luego triturarlos con la picadora. Todo este trabajo merece la pena cuando al final se pueden degustar estas suaves y aromáticas croquetas de las que no puedes dejar ni una.
La información a cerca del falafel y la receta están sacados de la colección Sabores del Mundo, del número 10 dedicado a la cocina árabe.
Otra cosa, como ya habréis podido ver en el blog, Mar va a celebrar por todo lo alto su primer año de bloggera. Pasaos por su cocina y además de llevaros a las vuestras más de una receta vereis los regalos tan preciosos con los que nos piensa agasajar.


NECESITAMOS: (son croquetas para unas ocho personas)

- 500gr. de garbanzos.
- 3 cebollas grandes.
- 3 dientes de ajo.
- Unas diez ramitas de perejil.
- Unas diez ramitas de cilantro.
- Sal y pimienta al gusto.
- Media cucharadita de canela en polvo.
- Media cucharadita de comino en polvo.
- Media cucharadita de pimentón.
- Media cucharadita de bicarbonato (opcional).
- 3 cucharas de levadura en polvo.
- 2 cucharadas de harina y la necesaria para enharinar el falafel.
- Un poco de agua.
- Aceite vegetal para freír, yo usé de girasol.


LO HACEMOS:

Dejamos la noche anterior los garbanzos a remojo. Por la mañana los escurrimos y reservamos.
Picamos las cebollas y pelamos los ajos; picamos el perejil y el cilantro finamente.

Ponemos en la picadora la cebolla y los ajos y los picamos hasta obtener una pasta sin grumos. Poco a poco le añadimos los garbanzos y picamos, en esta ocasión la masa quedará más grumosa. Yo este paso lo suelo hacer en veces para no quemar la picadora y siempre pongo una parte de cebolla y otra de garbanzos para que así la máquina sufra menos.

La masa que hemos conseguido, de consistencia espesa y aspecto harinoso, la pasamos a un bol donde le añadimos el perejil y el cilantro y lo mezclamos todo muy bien. Sazonamos con sal y pimienta e incorporamos la canela en polvo, el comino y el pimentón, volvemos a mezclar.

Incorporamos el bicarbonato (si hemos decidido ponerlo), la levadura y la harina y mezclamos bien. Por último añadimos un poquito de agua y removemos hasta conseguir una masa espesa pero que podamos manipular para formar el falafel, si no es así añadimos un poco más.

Una vez preparada la masa la tapamos con papel de film y la dejamos reposar al menos hora y media para que tome consistencia y no se nos deshagan las croquetas.

Pasado el tiempo hacemos unas bolas pequeñas, del tamaño de un albaricoque y las pasamos por harina y freímos en una sartén honda y aceite muy caliente.  Cuando estén doradas se sacan y se escurren sobre un papel absorbente.

Se sirven calientes, aunque frías también están muy, muy ricas.

viernes, 10 de junio de 2011

RQAQAT JINEH


Cuando Irene comenzó la nueva etapa de su blog nos invitó a participar en su concurso de tapas y pinchos, y con lo que a mí me gustan no pude negarme, además ya era el momento de dar el paso y aventurarme a formar parte de un concurso, eso podía ser divertido, y así fue.
Las recetas participantes eran increíbles, y la mejor según votación popular fue ésta que os presento de Sole, del blog Pura Gula y de nombre impronunciable.
La base del pincho es la pasta filo; era la primera vez que la usaba y he tenido alguna que otra dificultad con ella como bien se puede ver en la foto, que no hubo forma de conseguir que salieran más bonitos.
Su sabor es estupendo y diferente gracias a la menta fresca con que se rellena.
Sin más preámbulos os muestro como hacerlo.


NECESITAMOS: (para 18 unidades)

- 300 gr. de queso provolone, sardo o feta rallado.
- 150 gr. de pasta filo.
- Una cuchara de menta fresca picada.
- Una cucharada de perejil fresco picado.
- 100 gr. de mantequilla clarificada, ghee ( mirad como hacerla en el enlace a Pura Gula).
- Sal y pimienta negra al gusto.


LO HACEMOS:

Cortamos la pasta filo en porciones de 10 x 25 cm aproximadamente.
En un bol mezclamos los ingredientes y los salpimentamos.
Tomamos cada porción de pasta filo y con mucho cuidado, para que no se rompa, la pincelamos con la mantequilla clarificada y colocamos el relleno en cada extremo de la porción y muy despacio, para que no se nos rompa la pasta filo la enrollamos sobre si misma.
Ponemos los rollos terminados sobre papel para el horno o, en una fuente que pueda meterse en el horno y los metemos a horno fuerte hasta que se doren.

Como veis la receta no es complicada, sólo hace falta tener cuidado al trabajar la pasta filo.

viernes, 3 de junio de 2011

SAMOSAS



Alguno de vosotros habrá pensado que ya había abandonado para siempre el blog, pero no, aquí estoy.

Tras unos días de mucho jaleo he decidido hacer un alto y sentarme un ratito en el ordenador para compartir con vosotros estas riquísimas empanadas africanas, las samosas. Los ingredientes que necesitamos son fáciles de encontrar salvo el chile africano que sustituyo por cayena y el pollo que en vez de asado lo pongo cocido, así además de las empanadas tengo una buena sopa.

Ante todo es un plato con mucho sabor y muy original ya que cuando dices a tus amigos, que ya están sentados a la mesa espectantes, que les vas a ofrecer un plato africano no son capaces de imaginar con qué les vas a sorprender.

La receta está tomada del libro dedicado a cocina africana, el número 8, de la colección Sabores del Mundo de la editorial Sol 90 que sacó a la venta el Diario de Navarra.


NECESITAMOS:

- Una zanahoria.
- Un calabacín.
- Una cebolla.
- Dos dientes de ajo.
- Tres ajos tiernos.
- Un chile verde africano fresco (yo pongo un par de cayenas).
- Un trozo de unos dos centímetros de jengibre fresco.
- Medio pollo asado (yo lo cuezo).
- Sal y pimienta.
- Aceite vegetal (yo suelo poner de girasol).
- El zumo de medio limón.
- Una placa de hojaldre.


LO HACEMOS:

Pelamos la zanahoria y la cortamos en trozos de unos 2 ó 3 centímetros. Lavamos bien el calabacín y sin pelarlo lo partimos en dados como la zanahoria. Ponemos un cazo con agua, la dejamos hervir y escaldamos la zanahoria y el calabacín  unos ocho minutos. Retiramos del fuego dejamos enfriar y picamos la verdura finamente.

Picamos la cebolla muy fina al igual que los dientes de ajo y los ajos tiernos y reservamos.
Si tenéis el chile africano lavadlo y picadlo finament;, si optáis por la cayena picadla lo más fino que podáis, que no es fácil. Reservar.

Rallar el jengibre hasta obtener una cucharita y reservarlo.

Retirar la piel del pollo (asado o cocido), deshuesarlo y pasar la carne por la picadora. Reservar.

Preparamos el relleno de las empanadas:

En una cazuela con tres o cuatro cucharadas de aceite pochamos la cebolla a fuego suave durante unos diez minutos. Añadimos la carne, las zanahorias y el calabacín. Removemos y dejamos hacerse unos dos minutos a fuego suave. Incorporamos el ajo, el jengibre y el chile, salamos y cocinamos unos diez minutos a fuego suave.

Añadimos al relleno una cucharada de zumo de limón, el cilantro y los ajos tiernos, removemos y retiramos del fuego. Reservamos.

Preparamos el hojaldre:

Marcamos el hojaldre en tiras de unos 25 centímetros de largo por 9 de ancho.

Hacemos las empanadas:

En cada rectángulo ponemos una cucharada generosa de relleno.
Doblamos un extremo de la pasta hasta que cubra el relleno formando un triángulo. Yo corté el hojaldre un poco más pequeño por que lo manejo mejor.

 Acabamos de formar el triángulo con la otra parte del hojaldre. Si lo cortáis con las medidas que os he dado tenéis que enrollar cada tira de hojaldre sobre si misma para que se forme el triángulo. El problema es que si no lo hacéis bien a la primera y tenéis que repetir el hojaldre se estropea y es más difícil de trabajar, por eso yo lo hago como veis en las fotos.
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Disponemos las empanadas en una placa de horno y precalentamos éste a 180º y las cocinamos unos veinte minutos. Es conveniente darles la vuelta a la mitad de la cocción para que se hagan por igual por las dos partes.


Se pueden comer frías o calientes y al día siguiente  siguen estando riquísimas. Probadlas, no os arrepentiréis.

Feliz fin de semana a todos ;-)