jueves, 26 de enero de 2012

DONUTS



Ya hace un tiempo preparé unos donuts con una receta sacada del mismo libro que los bagels y tuvimos a probarlos un invitado de excepción, como veis en la foto, ni más ni menos que a Homer Simpson.

El libro hace una pequeña referencia a la historia del donuts, que no es más que una rosquilla que en norteamérica genera miles de puestos de trabajo, más de dos mil millones de dólares anuales y las marcas más conocidas del sector pueden llegar a vender más de tres millones de donuts diarios.

Viendo estas cifras ya os podéis imaginar que los americanos comen donuts hasta cuando duermen.

Al igual que os comenté con los bagels, el donuts es de origen europeo, siendo los americanos de origen alemán los primeros en hacer el agujerito a sus dough nuts (bollos fritos), así era más fácil sostener el pastel y mojarlo en el café.

Estos donuts se parecen mucho a las rosquillas, de hecho tenía la sensación de estar preparando unas rosquillas inmensas. Recién hechas están de fábula y al día siguiente, que ya han perdido un poco, mojadas en el desayuno ni os cuento.

Después de estas palabras ¿no os entran unas ganas increíbles de comeros uno?...





NECESITAMOS:

- 2 cucharadas de mantequilla a punto de pomada.
- 200 gr. de azúcar moreno.
- 2 huevos.
- 450 gr. de harina.
- 4 cucharadas de levadura en polvo.
- 1/2 cucharita de sal.
- 1/2 cucharita de nuez moscada.
- 1/2 cucharita de canela.
- 250 ml. de leche.
- Aceite para freír.
- Azúcar glas y chocolate para postres.

LO HACEMOS:

Mezclamos la harina con la levadura, la sal, la nuez moscada y la canela. Reservamos.

Batimos en un cuenco la mantequilla con el azúcar y los huevos hasta obtener una masa espumosa, le añadimos la harina e incorporamos poco a poco la leche.

Trabajamos todos los ingredientes hasta conseguir una masa homogénea.

Extendemos la masa sobre una superficie enharinada hasta que tenga unos 2 cm de grosor. Con un vaso y un cortapastas pequeño vamos cortando los donuts y los dejamos reposar 30 minutos.

En una sartén grande calentamos abundante aceite y freímos nuestros donuts unos 5 minutos por cada lado, hasta que estén dorados. Cuando suban a la superficie se sacan de la sartén y se dejan sobre un papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.

Espolvoreamos una parte de los donuts con azúcar glas y la otra la cubrimos con el chocolate .

¿Podréis esperar a que se enfríen?



miércoles, 18 de enero de 2012

BAGELS DE SALMÓN



Este verano compré un libro de la Editorial Saldaña dedicado a los muffins, no sólo enseñaba a hacer esos maravillosos dulces, si no que también entre sus páginas encontré recetas de donuts, bollitos y bagels. No tenía muy claro lo que eran estos últimos, pero si que me entraron unas ganas locas de probarlos.

Al comienzo del libro se explica el origen de todas estas masas y como no, del bagel. Los bagel son de origen europeo aunque se han popularizado desde norteamérica, como sucedió con los muffins cuyo origen es inglés. Los bagels eran uno de los alimentos básicos del pueblo judío de la Europa del este y deben su forma de anillo a que se transportaban ensartados en una larga vara de madera.

La pasta de los bagels es una masa fermentada que se moldea, se cuece en agua hirviendo y se dora en el horno.

Los bagels se pueden rellenar de cualquier cosa. Los más habituales son los de queso cremoso y salmón, que son los que os presento, pero también se pueden rellenar con dulce o con lechuga y huevo duro o ensalada de jamón, los rellenos preferidos de los americanos.

Por último, los bagels una vez cocidos se pueden congelar, aunque es recomendable rebanarlos antes; para descongelarlos basta con unos minutos de horno.

NECESITAMOS (para ocho unidades):

- 150 ml. de leche entera.
- 20 gr. de levadura.
- 25 ml. de aceite.
- 1 cucharada de azúcar.
- 2 pizcas de sal.
- 300 gr. de harina.
- 1 huevo y la yema de otro.
- 1/2 ramito de hinojo (yo lo pude seco).
- 300 gr. de queso fresco cremoso (yo pude el de untar).
- 1 cucharada de zumo de limón.
- 1 pizca de pimienta negra.
- 8 lonchas de salmón ahumado.
- 4 cucharadas de huevas de trucha (yo no las puse).
- Hinojo para adornar.


LO HACEMOS:

Mezclar la leche, a temperatura ambiente, con la levadura y remover. Añadir el aceite, el azúcar y la sal. Mezclar bien y taparlo para que fermente unos 15 minutos en un lugar cálido.

Añadir a la mezcla anterior la harina y el huevo. Amasar hasta obtener una masa homogenea. Cubrir y dejar reposar en un lugar cálido durante 40 minutos.

Amasar de nuevo y dividir la masa en 8 partes iguales. Formar bolas y hacerles un agujero en el centro. Dejar reposar 20 minutos.

Precalentar el horno a 200º C y forrar una bandeja de horno con papel vegetal.

En una cazuela poner a hervir 4 litros de agua y cocer los bagels de dos en dos durante dos minutos por cada lado. Sacarlos y dejarlos escurrir sobre una rejilla.

Colocar los bagels en la bandeja del horno y pintarlos con la yema de huevo. Meter la bandeja en el nivel medio del horno durante 25 minutos.





Picamos fino el hinojo; mezclamos el queso con el zumo de limón y el hinojo y salpimentamos. 


Cuando los bagels se enfríen, cortarlos por la mitad en horizontal y untarlos con el queso; poner encima el salmón ahumado y adornarlo con las huevas de trucha y un poquito de hinojo antes de servirlos.

Tapar con la otra parte y ...... a disfrutar.


jueves, 12 de enero de 2012

FLAN DE DOS CHOCOLATES



Ya que Juana me ha tirado de las orejas, que ya está bien, que pasaron las vacaciones y me ponga el delantal, que no uso, ya estoy aquí dulce y dispuesta.
Esta maravilla la cocinó con mucho amor y mimo Ague hace ya tiempo y resulta ser un flan fantástico. Le gusta a todo el mundo, no se si será por las galletas Oreo, por el chocolate blanco o por su cremosidad, pero es un éxito vaya donde vaya.
Esta vez lo vestí de fiesta, venían unos amigos a cenar y decidí adornarlo con nata y unos bombones caseros para estrenar un molde para bombones que había comprado.


NECESITAMOS:
 
Para el flan de chocolate blanco:
- 150 gr. de chocolate blanco.
- 300 ml. de leche entera.
- 200 ml. de nata líquida.
- 1 sobre de cuajada.
 
Para el flan de galletas Oreo:
- 7 galletas Oreo.
- 25 gr. de azúcar.
- 300 gr. de leche entera.
- 1/2 sobre de cuajada en polvo.
 
Para los bombones:
- Una tableta de chocolate fondant de 200 gr.
 
Para la nata:
- 200 ml de nata para montar de 35,1%.
- Azúcar para endulzar la nata.
 
- Caramelo líquido.
 
LO HACEMOS:
 
 
Unas horas antes de hacer el flan meter en la nevera el recipiente donde vayamos a montar la nata para que esté bien frío (yo suelo meterlo el día anterior).
 
Bañamos con caramelo líquido el fondo de una flanera.
 
Comenzamos preparando el flan de galletas.
 
Colocamos en la picadora las galletas partidas y las hacemos polvo; reservamos.
 
En un cazo ponemos la leche, el azúcar y el sobre de cuajada y calentamos mientras lo revolvemos.
 
Añadimos las galletas Oreo.
 
Cuando el conjunto tome cuerpo, espese, lo volcamos con cuidado sobre la flanera que tenemos preparada.
 
Mientras se va enfriando vamos haciendo el chocolate blanco.
 
Tomamos todos los ingredientes salvo la cuajada y los ponemos en un cazo (el chocolate partido en onzas para que se deshaga mejor). Calentamos y removemos para que el chocolate se deshaga y no se nos pegue. 
 
Cuando el chocolate se haya deshecho añadimos la cuajada y seguimos removiendo hasta que espese.
 
Con ayuda de una cuchara puesta al revés vamos añadiendo sobre la flanera el chocolate blanco poco a poco, para que no se nos mezcle con la parte oscura de las galletas.
 
Metemos a la nevera y dejamos cuajar unas doce horas.
 
Para los bombones:
 
Desleímos el chocolate al baño María y rellenamos cada bombón.
 
Golpeamos suavemente el molde sobre la mesa de trabajo para evitar que se hagan burbujas.
 
Retiramos el chocolate sobrante y esperamos a que se enfríe un poco. Metemos el molde en la nevera y esperamos una media hora.
 
Sacamos los bombones del molde.
 
Para la nata:

Ponemos la nata bien fría en el recipiente que tenemos en la nevera y la batimos con un batidor de varillas. Añadimos poco a poco el azúcar a nuestro gusto.

Cuando la nata esté bien compacta la metemos en la manga pastelera y adornamos con ella nuestro flan que remataremos con los bombones.

Aunque parece mucho trabajo se hace enseguida y además no hay que poner el horno.

Espero que os animéis, vale la pena.