Los que venís con asiduidad a esta cocina sabéis que hace un año, los Reyes Magos, me hicieron un regalo muy especial: el recetario de mi bisabuela lleno de platos muy ricos.
Algunos de estos platos los prepara mi madre desde hace años y forman parte de mis recuerdos de infancia, pero ninguno es tan especial como esta menestra. Si, ya se que estáis pensando que era una niña rara, me gustaba la menestra, pero esta es especial, lleva jamón y esas coles de Bruselas que tantísimo me agradan.
Como podéis ver en la foto es una menestra caldosa y es una delicia encontrarte cuando hace frío este plato humeante en la mesa y empezar a coger con la cuchara el caldo de los bordes del plato, soplarlo y meterlo en la boca con su sabor suave y delicado.
Como ya os comenté en su momento el libro no da cantidades para los platos salados, así que hay que calcular según lo que comen nuestras familias.
NECESITAMOS (para cuatro personas):
- Jamón serrano en trocitos o tacos.
- Un puñado de judías verdes troceadas.
- Una docena de coles de Bruselas.
- Tres zanahorias partidas en cubos.
- Guisantes, si son naturales mejor, sino una lata.
- Coliflor.
- Tres patatas medianas en cubos.
- Alcachofas.
- Aceite.
- Sal.
LO HACEMOS:
Limpiamos las alcachofas y las reservamos en agua con un chorrito de zumo de limón, para que no se oxiden.
Limpiamos las coles y las reservamos.
Partimos la coliflor en ramos.
En una cazuela ponemos un chorro de aceite generoso y en él rehogamos el jamón.
Cuando el jamón comience a coger color añadimos las verduras y las rehogamos para que tomen el gusto del jamón.
Añadimos agua hasta que casi cubra las verduras y dejamos cocer a fuego medio.
Cuando la patata y la zanahoria estén cocidas dejamos como una media hora más al fuego, que el caldo reduzca y se concentre, nuestra menestra está en su punto.
¡¡¡Qué os aproveche!!!