lunes, 29 de octubre de 2012

SCAMPIS A LA PARRILLA AL ESTILO DEL PUERTO VIEJO DEL PIREO




Tras este nombre tan largo hay un plato riquísimo y sin demasiadas complicaciones. Todo un lujo que nos llega desde Grecia y que tuve que tunear un poquito por que me faltaba alguno de los ingredientes, la salsa bearnesa y las aceitunas negras. Por lo demás, esta preparado tal cual  como dice Gilbert Wenzler en su libro La cocina griega de la editorial Susaeta.

Los scampis no son otra cosa que nuestras queridas gambas, que no se aprecian en la foto por que van bien protegidas bajo el jamón. El sabor de los langostinos, el jamón y la pasta no os lo podéis ni imaginar, hay que probarlo y para ello aquí os dejo la receta...


NECESITAMOS (para cuatro personas):

- 16 scampis (gambas grandes).
- 4 lonchas de jamón.
- 2 cucharadas soperas de aceite.
- El zumo de 1/2 limón.
- 30 gr. de pimiento rojo en juliana.
- 30 gr. de mantequilla.
- 4 aceitunas rellenas cortadas (como la receta no dice nada yo las puse de anchoa).
- 25 gr. de maíz cocido.
- 4 aceitunas negras cortadas (yo no tenía no las puse).
- 250 gr. de tallarines.
- 1,5 dl. de salsa bearnesa (como no tenía usé mayonesa).
- 5 cl. de nata batida.
- Sal, pimienta.



LO HACEMOS:

Pelamos las gambas y las salpimentamos. Las dejamos durante dos horas metidas en el aceite y el zumo de limón. Pasado este tiempo las escurrimos y las envolvemos en las lonchas de jamón. Las hacemos a la plancha durante unos minutos.

En una sartén rehogamos con la mantequilla los pimientos rojos, las aceitunas y el maíz.

Cocemos los tallarines y los mezclamos con la salsa bearnesa y la nata batida, en mi caso con la nata y la mayonesa.

Colocamos los tallarines en la fuente donde vamos a servirlos. Sobre ellos disponemos los scampi y adornamos el plato con el maíz, el pimiento y las aceitunas.

lunes, 22 de octubre de 2012

QUESADA



No suelo hacer muchas quesada, pero cuando viene Carlos a vernos le preparo una para que se la lleve a Belén. 

La receta que uso es de esas que un día, cuando eres joven, alguien te da; la guardas y puedes tenerla en el olvido durante años, pero cuando quieres que tu quesada sea de las buenas empiezas a rebuscar por los libros de cocina, en los cajones, hasta que por fin, te iluminas: "¿donde va a estar la receta si no es en el libro de cocina cántabra!". Vas hacia allí cruzando los dedos, y en los postres ves salir un papel que no puede ser otra cosa que la dichosa receta.


NECESITAMOS:

- Un yogur  natural o de limón.
- 4 huevos.
- 2 medidas de yogur de azúcar.
- 2 medidas de yogur de harina.
- 4 medidas de yogur de leche entera.
- La ralladura de un limón.
- Canela en polvo.
- 50 gr. de mantequilla.


LO HACEMOS:

Engrasamos un molde que pueda meterse en el horno (yo utilicé un molde desmoldable de 26 cm).

Precalentamos el horno a 200º.


Batimos bien los huevos y los mezclamos con el azúcar, el yogur y la harina. Cuando tengamos una masa sin grumos añadimos la leche poco a poco, la mantequilla derretida y la ralladura del limón.

Una vez que esté todo mezclado vertemos la masa en el molde que tenemos preparado y la espolvoreamos con canela.

Ponemos en el horno durante unos 25 minutos a 200º. 

Para saber si está cuajada podemos pincharla con una aguja o una brocheta, si sale limpia podemos sacar del horno. La dejamos enfriar y...a comer.

lunes, 15 de octubre de 2012

BOCARTES EN CAZUELA




Esta es una receta que he visto hacer a mi madre millones de veces y que cuando mi hermana y yo éramos niñas siempre recibíamos igual de mal. Es inevitable, el pescado tiene espinas y a los niños no les gustan. Además a esta cazuela hay que añadirle el sabor fuerte que le da el bocarte al pimentón, reforzado por un chorrito de limón que siempre le ponía mi madre y que yo he quitado. Discutamos con los hijos sólo por las espinas.

Por cierto, en mi tierra se llama bocarte a la anchoa.

NECESITAMOS: (para cuatro personas)

- 750 gr. de bocartes. Estos eran del Cantábrico.
-  1 cebolla.
- 2 dientes de ajo.
- 1 cucharita de buen pimentón.
-  Una cuchara rasa de harina.
-  Un vasito de vino blanco.
-  Perejil.
- Un vaso y medio de agua.


LO HACEMOS:

Limpiamos los bocartes y los reservamos.

Picamos finamente la cebolla y los ajos. 

En una cazuela de barro ponemos un chorro generoso de aceite y añadimos la cebolla

Cuando ésta esté transparente incorporamos el ajo y el perejil y dejamos hacer. Ya hecho el ajo añadimos la cucharada de harina y dejamos que tome color, añadimos el pimentón y lo mezclamos rápidamente con la harina para que no se nos queme. Incorporamos el vino blanco y dejamos que pierda el alcohol.

Una vez que el vino haya perdido el alcohol, añadimos medio vaso de agua y mezclamos bien con el vino, el pimentón y la harina. 

Mientras la salsa va tomando cuerpo salamos los bocartes y los disponemos en la cazuela ; agregamos el resto del agua, si vemos que es poca podemos poner algo más.

Movemos la cazuela para que ligue la salsa y bajamos el fuego para que los bocartes tomen el sabor de la salsa.

Dejar la cazuela en la lumbre el tiempo que tarde el pescado en hacerse a vuestro gusto.

Después un buen pan con mucha miga ....y a comer.




domingo, 7 de octubre de 2012

MUSAKÁ


Estas fotos seguro que están sorprendidas de verse POR FIN en el blog. Puede ser que ya tengan un par de años y nunca me decido a publicarlas a pesar de que la musaká es uno de mis platos favoritos.

Durante años he preparado muchas diferentes recetas de musaká hasta que encontré la definitiva, esa que siempre que la cocino el resultado es: ¡qué rico está esto! 

La receta perfecta la encontré en los libros de cocina del periódico El Mundo en su número veintiocho dedicado a Grecia. ¿Cuál es su secreto? Esa patata entre frita y cocida que le sirve de base a la carne y la berenjena y que al partirla no deja que se deshaga.





NECESITAMOS:

- 500 gr. de carne picada de mezcla (cerdo y ternera).
- Unas tres patatas medianas.
- Tres berenjenas, si son grandes dos.
- Una lata pequeña de tomate triturado.
- Una cebolla.
- Un diente de ajo.
- Queso parmesano.
- Aceite.
- Orégano, sal y pimienta.


Para la bechamel  las cantidades varían según la fuente que uséis para presentar la musaká.

- Mantequilla.
- Leche.
- Harina.
- Un huevo.
- Nuez moscada.
- Queso parmesano.


LO HACEMOS:

Cortamos las berenjenas en rodajas, como de medio dedo de gruesas, y las ponemos en un plato o fuente, las salamos y dejamos que expulsen su jugo; secamos y reservamos.

Pelamos y cortamos las patatas a lo largo igual de gruesas que las berenjenas. Freímos las patatas de tal manera que nos queden como cocidas, que al pincharlas con el tenedor cedan pero no estén doradas. Las ponemos en un papel absorbente para que pierdan la grasa.

Freímos las berenjenas y las disponemos sobre un papel absorbente. Reservamos junto con las patatas.

Picamos el ajo y la cebolla finamente y pochamos en la sartén. Cuando estén en su punto añadimos la carne  y la hacemos. Incorporamos el tomate, el orégano, la sal y la pimienta. Dejamos que espese a fuego suave y cuando esté tibia montamos la musaká.

En una fuente que pueda ir al horno disponemos una capa de patatas y sobre ella una de carne, sobre la carne una capa de berenjenas. Pondremos una capa de carne y otra de berenjenas, bien hasta acabar con las berenjenas y la carne, bien hasta que lleguemos al borde de la fuente. 

Debemos acabar con una capa de carne.

Hacemos la bechamel con la leche, la harina y la mantequilla. Cuando espese añadimos el queso al gusto y la apartamos del fuego. 

Una vez tibia la bechamel le añadimos la nuez moscada y un huevo y removemos rápidamente con las varillas para que el huevo no cuaje.

Disponemos la bechamel sobre la musaká , añadimos el queso y la metemos al horno a 180º durante unos cuarenta minutos o hasta que la bechamel se dore, como en la foto.

La musaká se como tibia, así se evita que se rompa al partirla.