Lo primero es disculparme por el retraso que llevo a la hora de ir a ver vuestros blog. El ordenador tiene la pantalla un poco averiada y funciona cuando le parece. Además, en el colegio de la niña están preparando una exposición sobre la Antigüedad y me han dicho que si les podía ayudar. La semana que viene hablaré a algunos cursos sobre los cántabros y preparar todas estas cosas me tiene ocupadísima desde hace semanas.
Vamos a lo nuestro.
Cuando he visto la receta que publicaba mi buena amiga
Juana he pensado ¡qué coincidencia, hemos viajado al mismo lugar!, gastronómicamente hablando, ya que no tengo la suerte de conocer Grecia. Lo cierto es que me gusta mucho la comida griega, sobre todo la musaka, y disfruto preparando cualquiera de sus platos. El de hoy lo vi en un libro de la editorial Konemann que se llama
Culinaria Grecia. La cocina griega.Se trata de un entrante o mesés. Los mesédes pueden incluir todo tipo de ingredientes: carnes, pescados, lácteos o verduras; se sirven fríos o calientes y pueden ser tanto el inicio de una comida como la comida en sí. Estas pequeñas delicias se acompañan de ouzo, un licor de anís, que solo, con agua o hielo tiene la función de estimular la sensación de apetito que abren los mesédes.
El Kopanistí se elabora con una base de queso azul de oveja de consistencia untuosa. Yo utilizo un queso azul de los del tipo Philadelphia, no tendrá tanto sabor como el queso griego pero desde luego el resultado es para chuparse los dedos.
NECESITAMOS:
- 250 gr. de queso azul de untar tipo Philadelphia.
- Una zanahoria.
- Un puñado de guisantes, valen de lata pero que sean buenos.
- Dos pepinillos en vinagre, yo los uso agridulces.
- Una patata pequeña.
- Pan de pita.
LO HACEMOS:
Pelamos la patata y la cocemos. Pelamos la zanahoria y la cocemos hasta que esté tierna pero consistente. Picamos un poco menos de la mitad de la patata y la zanahoria fínamente y reservamos.
Picamos también finamente los pepinillos y los reservamos.
Ponemos el queso en un bol y vamos añadiendo poco a poco los guisantes (se pueden poner enteros o picados), la zanahoria, la patata y los pepinillos. Cuando consideréis que tiene suficientes tropiezos (sed generosos) le añadís un hilo muy fino de aceite de oliva virgen y volvéis a mezclar.
Emplatamos el queso y lo metemos en la nevera al menos dos horas antes de comerlo. El queso debe tomar el sabor de todos los ingredientes.
Cuando vayamos a llevarlo a la mesa preparamos las pitas y a degustar... veréis que agradable es el contraste del queso con el sabor de los tropezones.