Ahora que parece que por fin se acerca el invierno apetece tomar esos platos de cuchara que reconfortan cuerpo y espíritu.
Hoy vamos a Portugal. Aquellos que ya lo conocéis sabéis de su extraordinaria gastronomía repleta de ricos bacalaos, arroces caldosos de marisco y unos soufleés de esos que no puedes comer solo uno.
El caldo verde es una de las recetas más típicas de la gastronomía portuguesa, que según la región en la que nos encontremos nos lo pueden servir acompañado de rodajas de chorizo, con aceite en crudo para que cada comensal se ponga lo que quiera o con las "broas de milho", unas galletas de maíz que cada comensal desmigaja en su caldo.
Yo lo he acompañado a la española con un poco de perejil y unos trozos de pan frito y estaba verdaderamente bueno.
NECESITAMOS (para cuatro personas):
- Medio kilo de berza (yo usé repollo).
- Litro y medio de agua.
- Cuatro patatas medianas.
- Una cebolla.
- Dos o tres dientes de ajo.
- Sal.
- Aceite de oliva.
LO HACEMOS:
Pelamos las patatas, la cebolla y los ajos. Limpiamos la berza o el repollo.
Troceamos las patatas y la cebolla y las ponemos en una cazuela, si es posible de barro, junto con los ajos enteros y un chorrito de aceite. Cubrimos con el agua, tapamos la cazuela y dejamos cocer a fuego suave unos quince minutos.
Enrollamos las hojas de col y las partimos en juliana tan finamente como podamos y reservamos.
Cuando las patatas, la cebolla y el ajo estén cocidos los trituramos en la misma cazuela con el caldo de cocción. Nos quedará una sopa un poco espesa a la que añadiremos la col que hemos cortado en juliana y una pizca de sal.
Dejamos hervir el caldo durante otros quince minutos o hasta que la col se haya cocido y servimos caliente.
Si queréis acompañadlo con algunas de las sugerencias que os he ofrecido al principio.