Durante estas últimas semanas he estado muy entretenida. En el colegio de mi hija este año la semana cultural está dedicada a la Edad Media y me ofrecieron participar en ella hablando a los niños del románico y el gótico.
Con mucha ilusión he preparado todo el material y ayer llegó el gran día, el primero de los que bajaré al cole para contarles a los alumnos como se construía, pintaba y esculpía entre los siglo XI al XV.
Me he estrenado con sexto, el curso en el que está mi hija. Si bien resulta muy gratificante poder enseñar algo que te gusta, era un gran desafío para mí; el primer curso al que iba era el de mi hija, en el que casi todos los niños me conocen desde hace años, algunos vienen a jugar a casa, otros a su cumpleaños y a muchos de ellos les he dado catequesis ,y ya sabéis, donde hay confianza....puede pasar cualquier cosa.
Todo fue estupendamente, se rieron mucho, participaron y hasta creo que han aprendido algo.
Ahora toca relajarse hasta el próximo día, y eso sí, ya no estaré tan nerviosa y preocupada por si algo sale mal.
Puestos al día de mis actividades vamos a lo nuestro.
Esta gelatina de salmón la hizo Arguiñano hace muchísimos años en su programa de cocina y me llamó la atención por que tenía dos de las cosas que me gustan mucho: salmón ahumado y queso, además era muy fácil de hacer y como comprobé después, tenía un gran éxito entre quien la probaba.
Creo que es un plato adecuado para las fiestas que vienen; tiene a su favor que se puede preparar con antelación, el resultado es visualmente bonito y además no es caro.
Yo lo preparé en un pirex de 18 x 13 cm que forré con papel de film para poder desmoldarlo sin problemas.
NECESITAMOS:
- 200 gr. de salmón ahumado de buena calidad.
- Una cuña o un paquete de queso laminado semicurado.
- 8 hojas de gelatina neutra.
- 3 puerros (la parte blanca).
- Medio litro de agua para preparar el caldo de puerros.
- Pepinillos agridulces.
- Mahonesa.
- Agua caliente para ablandar las hojas de gelatina.
- Sal.
LO HACEMOS:
Ponemos a calentar el medio litro de agua con sal y los tres puerros hasta que tengamos preparado un caldo que reservaremos.
Si hemos optado por un molde de aluminio desechable podemos montar nuestra gelatina directamente, si no, forramos el recipiente elegido con papel de film para poder desmoldarlo sin que se nos rompa.
En un poco de agua caliente ablandamos las ocho hojas de gelatina durante aproximadamente cinco minutos.
La primera capa que ponemos en nuestro molde es de salmón. Como es la que va a quedar a la vista debemos elegir el filete que esté más bonito, la presentación es importante. Si es necesario cortamos lo que nos sobre, que lo aprovecharemos para las otras capas.
Sobre la capa de salmón añadimos la de queso. Si hemos elegido el de cuña, cortamos láminas finas, si lo usamos en lonchas ponemos las que sean necesarias para cubrir el salmón.
En lo que hacemos ésto las láminas de gelatina ya se habrán ablandado y las incorporamos al caldo de puerros que estará tibio. Removemos la gelatina hasta que se deshaga en el caldo.
Con un cacillo de servir la sopa vamos mojando el queso y el salmón con el caldo de gelatina y puerro. Con suavidad apretamos el salmón y el queso para que se empapen bien con el caldo y si es necesario añadimos un poco más. Debe haber una capita fina de caldo encima del queso.
Sobre la capa de queso volvemos a poner otra capa de salmón y sobre éste de otra de queso y regamos con el caldo de puerro y gelatina. Seguimos estos pasos las veces necesarias hasta rellenar nuestro molde o bien se nos acaben los ingredientes.
Después lo metemos en la nevera unas horas para que cuaje la gelatina.
Una vez cuajado, desmoldamos, partimos y adornamos al gusto.
Una vez cuajado, desmoldamos, partimos y adornamos al gusto.
Yo lo he adornado con pepinillo agridulce y mahonesa para crear un contraste de sabores. También podéis picar unas alcaparras, mezclarlas con mahonesa y ponerlas de adorno. Jugad con el contraste de colores y sabores, seguro que a vuestras familias les encantará.