sábado, 26 de noviembre de 2011

GELATINA DE SALMÓN Y QUESO



 Durante estas últimas semanas he estado muy entretenida. En el colegio de mi hija este año la semana cultural está dedicada a la Edad Media y me ofrecieron participar en ella hablando a los niños del románico y el gótico.

Con mucha ilusión he preparado todo el material y ayer llegó el gran día, el primero de los que bajaré al cole para contarles a los alumnos como se construía, pintaba y esculpía entre los siglo XI al XV.

 Me he estrenado con sexto, el curso en el que está mi hija. Si bien resulta muy gratificante poder enseñar algo que te gusta, era un gran desafío para mí; el primer curso al que iba era el de mi hija, en el que casi todos los niños me conocen desde hace años, algunos vienen a jugar a casa, otros a su cumpleaños y a muchos de ellos les he dado catequesis ,y ya sabéis, donde hay confianza....puede pasar cualquier cosa.

Todo fue estupendamente, se rieron mucho, participaron y hasta creo que han aprendido algo.

Ahora toca relajarse hasta el próximo día, y eso sí, ya no estaré tan nerviosa y preocupada por si algo sale mal.

Puestos al día de mis actividades vamos a lo nuestro.

Esta gelatina de salmón la hizo Arguiñano hace muchísimos años en su programa de cocina y me llamó la atención por que tenía dos de las cosas que me gustan mucho: salmón ahumado y queso, además era muy fácil de hacer y como comprobé después, tenía un gran éxito entre quien la probaba.

Creo que es un plato adecuado para las fiestas que vienen;  tiene a su favor que se puede preparar con antelación, el resultado es visualmente bonito y además no es caro.

Yo lo preparé en un pirex de 18 x 13 cm que forré con papel de film para poder desmoldarlo sin problemas.


NECESITAMOS:

- 200 gr. de salmón ahumado de buena calidad.
- Una cuña o un paquete de queso laminado semicurado.
- 8 hojas de gelatina neutra.
- 3 puerros (la parte blanca).
- Medio litro de agua para preparar el caldo de puerros.
- Pepinillos agridulces.
- Mahonesa.
- Agua caliente para ablandar las hojas de gelatina.
- Sal.

LO HACEMOS:

Ponemos a calentar el medio litro de agua con sal y los tres puerros hasta que tengamos preparado un caldo que reservaremos.

Si hemos optado por un molde de aluminio desechable podemos montar nuestra gelatina directamente, si no, forramos el recipiente elegido con papel de film para poder desmoldarlo sin que se nos rompa.

En un poco de agua caliente ablandamos las ocho hojas de gelatina durante aproximadamente cinco minutos.

La primera capa que ponemos en nuestro molde es de salmón. Como es la que va a quedar a la vista debemos elegir el filete que esté más bonito, la presentación es importante. Si es necesario cortamos lo que nos sobre, que lo aprovecharemos para las otras capas.

Sobre la capa de salmón añadimos la de queso. Si hemos elegido el de cuña, cortamos láminas finas, si lo usamos en lonchas ponemos las que sean necesarias para cubrir el salmón.

En lo que hacemos ésto las láminas de gelatina ya se habrán ablandado y las incorporamos al caldo de puerros que estará tibio. Removemos la gelatina hasta que se deshaga en el caldo.

Con un cacillo de servir la sopa vamos mojando el queso y el salmón con el caldo de gelatina y puerro.  Con suavidad apretamos el salmón y el queso para que se empapen bien con el caldo y si es necesario añadimos un poco más. Debe haber una capita fina de caldo encima del queso.

Sobre la capa de queso volvemos a poner otra capa de salmón y sobre éste de otra de queso y regamos con el caldo de puerro y gelatina. Seguimos estos pasos las veces necesarias hasta rellenar nuestro molde o bien se nos acaben los ingredientes.

Después lo metemos en la nevera unas horas para que cuaje la gelatina.

Una vez cuajado, desmoldamos, partimos y adornamos al gusto.

Yo lo he adornado con pepinillo agridulce y mahonesa para crear un contraste de sabores. También podéis picar unas alcaparras, mezclarlas con mahonesa y ponerlas de adorno. Jugad con el contraste de colores y sabores, seguro que a vuestras familias les encantará.



viernes, 18 de noviembre de 2011

BOCADITOS DE HOJALDRE



No hace mucho me sobró un trozo de hojaldre, y la verdad, me daba mucha pena deshacerme de él. No era lo suficientemente grande para hacer una empanada pero para algo podría usarse.

Como con el hojaldre usado había preparado una receta dulce no se me ocurría  ninguna salada, hasta que mirando los cortapastas pensé...¿y si hago unos círculos y los relleno con algo?  Pues a rebuscar por los armarios con que rellenarlos y ponerles guapos, que comer con la vista es tan importante como hacerlo con el estómago.

Tenía unas latas de bonito, tomate frito, mahonesa, tabasco y alcaparras, así que ya estaba, los rellenaría con bonito con tomate y les retocaría con un moño de mahonesa y alcaparras.

Y aquí tenéis el resultado, ahora os digo como los preparé.


NECESITAMOS  (para ocho bocaditos):

- Un trozo de hojaldre
- Una lata pequeña de bonito en aceite.
- Tomate frito al gusto, mejor si es casero.
- Unas gotas de tabasco (optativo).
- Mahonesa.
- Alcaparras.


LO HACEMOS:

Precalentamos el horno como dicen las instrucciones del paquete de hojaldre.

Con un cortapastas redondo de unos tres o cuatro centímetros cortamos los círculos, siempre pares para que tengamos la base y la tapa.

Mezclamos la lata de bonito con la cantidad de tomate que nos guste y añadimos unas gotas de tabasco.

En cada círculo que vaya a servir de base ponemos una cucharada de la mezcla. Tapamos con el otro círculo, y así hasta acabar con todos los que hayamos hecho.

Metemos en el horno, bajamos la temperatura como dice el paquete y dejamos hacer hasta que esté dorado. Sacamos del horno y dejamos enfriar.

Una vez frío adornamos con uno poco de mahonesa y coronamos con una alcaparra.

Como veis facilísimo, ¿os animáis a prepararlo?.

jueves, 10 de noviembre de 2011

PINCHOS DE SARDINA



Por si tenías alguna duda, sigo viva, muy viva, pero han cambiado el temario de la oposición, simplemente han unido cada momento histórico con su arte correspondiente (antes estaba por bloques) y mi cerebro parece haber pensado que no estudio lo suficiente y me tiene atada a la silla un montón de horas más.
Hoy he decidido hacer otras cosas como ir a comprar algo para comer, quedar con mis amigas del taller de cocina y sentarme relajadamente a charlar un poco con vosotr@s.

La receta de hoy es un entrante de la Tierruca sacado de un libro de recetas de Cantabria editado por Susaeta. La base del pincho como no podía ser de otra manera es la sardina, de esas que se pescan en el Sardinero y se enlatan en Santoña y en otras de nuestras villas marineras. Graciosamente acompañan a doña Sardina, don Huevo Duro, el sr. Pimiento Morrón y la señorita Alcaparra,  regados por un dorado hilo de aceite de oliva virgen.

¿Os apetecen?....




INGREDIENTES:

- 8 sardinas en aceite.
- 1 pimiento morrón.
- 40 gr. de alcaparras (yo las pongo al gusto.
- 2 huevos duros.
- Pan de molde.
- Una cucharada de mostaza de estragón (yo uso la de Dijon).
- 100 gr. de mantequilla.
- Aceite y perejil.

LO HACEMOS:

Mezclamos la mantequilla con la mostaza y la trabajamos hasta obtener una crema.

Picamos finamente los huevos, el pimiento, las alcaparras y el perejil y los unimos con muchos cuidado.

Quitamos la corteza del pan de molde, lo tostamos, lo dejamos enfriar y lo partimos en dos.

Untamos el pan con la crema de mostaza y mantequilla. Sobre cada pan ponemos media sardina (recordad quitarle la espina).

Cubrimos la sardina con el picadillo que hicimos con el huevo, el pimiento y las alcaparras.

Cuando estén preparadas regarlas con un hilillo de aceite de oliva virgen.

Poner en la bandeja que más nos guste y, ¡a la mesa!


martes, 1 de noviembre de 2011

ENSALADA CUBANA



Me parece increíble que a estas alturas del año todavía esté pensando en hacer ensaladas y no me refiero a abrir el sobre y añadir el aceite y el vinagre, si no a buscar en los libros alguna exótica y fresquita, que para eso estamos en noviembre y hace calorcito.

Esta ensalada la encontré en un libro de cocina étnica que compró mi marido en el Media Markt, que como ya sabéis sólo vende libros, o eso es lo que parece en mi caso, je, je.

En esta ensalada encontrareis todos esos ingredientes que hacen una comida exótica: una piña, un coco y el zumo de una lima. Un cóctel difícil de olvidar.


NECESITAMOS:

- Un cogollo de lechuga.
- Tres tomates no muy maduros.
- La pulpa de un coco.
- Dos rodajas de piña (yo pude de lata en su jugo).
- Un pimiento rojo y otro amarillo.
- Dos plátanos.
- Una naranja.
- Cuatro cucharadas de AOVE.
- El zumo de una lima.
- Una cucharada de mostaza.
- Sal y pimienta.


LO HACEMOS:

Pelamos la naranja y le quitamos toda la piel blanca; la dividimos en gajos y la cortamos en trozos.

Cortamos el plátano en rodajas y el coco en dados.

Ponemos la fruta en un bol y la rociamos con el zumo de lima y mezclamos bien.

Lavamos, pelamos y cortamos los tomates en trozos, así como los pimientos en dados de aproximadamente un centímetro.

Añadimos los tomates y pimientos a la frutas y mezclamos bien.

Lavamos la lechuga y la colocamos forrando una ensaladera o como base del plato donde vayamos a servir la ensalada.

Distribuimos los ingredientes sobre la lechuga.

Preparamos el aliño emulsionando en un cuenco el aceite, la mostaza, la sal y la pimienta. Echamos el aliño sobre la ensalada y la removemos con cuidado.

Dejamos reposar un mínimo de una hora en el frigorífico y servimos.

Seguro que os encanta tanto por su colorido como por el sabor tan especial que le aportan la lima y el aliño de mostaza.