¡Hola a todos los que venís a visitarme!.
Gracias por seguir ahí aunque en estos días no haya publicado nada. La razón es que se rompió el ordenador y ha estado unos quince días en reparación. Afortunadamente ya funciona y puedo volver a pasar un rato con todos vosotros.
La receta de hoy es para golosos atrevidos. Se trata de una tarta de galletas "casi ahogadas" en moscatel y mucho chocolate. El conjunto genial, gusta a peques y mayores, aunque los primeros deben tomar un poquito. El coco que la corona fue una improvisación de un ¿qué hago con este coco que anda dando vueltas por la cocina?, y es el remate perfecto a tanta euforia de chocolate y moscatel.
A la hora de cortarla es importante hacerlo en diagonal para que no se desmonten las galletas y ofrecer a cada uno de los comensales un trozo de tarta con un corte muy original, ya que se ven las galletas y el chocolate formando líneas verticales, algo así como el traje de los presos.
Lo más importante a la hora de elaborar esta tarta son los ingredientes, ya que necesitaremos unas galletas rectangulares que permitan mojarse en el moscatel y no romperse. Las mejores que he encontrado son las de marca Super del supermercado el Árbol, y las galletas tostadas complet marca Hacendado de Mercadona. Por supuesto, el chocolate de cobertura que más os guste y un buen moscatel, que no sepa a alcohol sino que sea dulce.
Empezamos.
NECESITAMOS:
- Un paquete de galletas rectangulares.
- Una botella de moscatel (sobrará).
- Una tableta de chocolate de cobertura.
- Agua o leche para deshacer el chocolate.
- Coco rallado para adornar.
LO HACEMOS:
Deshacemos el chocolate al baño María con un poco de agua o leche, según nos guste más.
Llenamos un plato hondo con el moscatel. Preparamos el plato o bandeja donde vayamos a presentar la tarta.
Una vez que tengamos todo esto preparado cogeremos una galleta y la meteremos en el moscatel, la dejaremos que se empape pero sin ablandarse para que no pierda cuerpo y podamos trabajar con ella.
Sacamos la galleta del moscatel y la ponemos en el plato o bandeja donde vayamos a presentarla y la untamos por un lado con chocolate.
Metemos otra galleta en el moscatel y hacemos lo mismo, la sacamos y la ponemos encima de la primera y volvemos a untar con chocolate.
Cuando tengamos unas seis o siete formando una montaña las cogemos con mucho cuidado, tumbamos la montaña que hemos hecho, y le seguimos añadiendo galletas hasta que tenga el tamaño deseado.
Ya tenemos la primera parte de la tarta.
Para hacer la segunda seguimos los pasos anteriores. Primero levantamos la montaña y luego la tumbamos, pero al tumbarla untamos con chocolate el borde de la parte que ya tenemos hecha, juntamos la parte nueva a la anterior y las presionamos con cuidado para que se unan. Utilizaríamos el chocolate como pegamento.
Para acabar esta segunda parte continuaríamos mojando las galletas y las pegamos a la anterior y a la de al lado con chocolate.
Yo suelo hacerla de dos bloques, pero podéis hacerla de todos los que queráis.
Para finalizar bañamos las galletas con el chocolate que nos ha sobrado y la adornamos con el coco rallado.
Una vez terminada es muy importante que la tarta repose en la nevera al menos doce horas para que la galleta se endurezca y tome el aroma del moscatel y el chocolate.
No olvidéis partirla en diagonal.
Espero que os guste...
En casa siempre tenemos moscatel, me gusta tu idea para emborrarchar las galletas.
ResponderEliminarUn abrazo y hasta la vuelta
María José.