¡¡¡ Una de mejillones!!!, ¡¡¡ una de rabas !!!. Este es el sonido que inunda los bares de Santander los fines de semana, y es que rabas y mejillones como los del norte....
Lo cierto es que a mi los mejillones no me entusiasman, si hay que comerlos me los como, pero esa salsa roja para mojar pan... deliciosa.
Es un plato barato, socorrido y que a la gente le gusta mucho pero a mí me cuesta hacerlo, hay que limpiar los mejillones, rasparlos bien con el cuchillo, quitarles todas las barbas y sobre todo en invierno cuando hace frío "no sientes las manos".
El esfuerzo merece la pena cuando nadie habla en la mesa y sólo les ves comer y en algunos casos chuparse los dedos.
Por cierto, ¿queréis chupároslos vosotros? Empezamos.
NECESITAMOS:
- 1 kg. de mejillones.
- el caldo de cocer los mejillones.
- media cebolla.
- un buen chorro de vino blanco.
- una cucharada de harina.
- una guindilla de cayena, si lo queréis más picante dos.
- tres cucharadas de tomate frito.
- una cucharadita de pimentón dulce.
- un poco de aceite de oliva.
LO HACEMOS:
Limpiamos bien los mejillones y los ponemos en una cazuela amplia con un poco de agua y los cocemos al vapor, a quien les cuece con una hoja de laurel y un poco de cebolla. Cuando se abran los sacamos con cuidado de no quemarnos de la cazuela, les quitamos la valva que no tiene "bicho" y reservamos.
Colamos el caldo de cocer los mejillones y también lo reservamos.
Picamos la cebolla fina y, en una cazuela donde quepan bien los mejillones ponemos un chorrito generoso de aceite, añadimos en frío la cebolla y la guindilla partida y que se vaya haciendo poco a poco.
La guindilla picará más si la echamos en el aceite frío.
Una vez que la cebolla esté hecha ponemos la cucharada de harina y rehogamos un poco, después añadimos la cucharita de pimentón y el tomate frito. Todo ello con mucho cuidado para que no queden grumos. Por último el vino blanco y dejamos que pierda el alcohol.
Nos habrá quedado algo parecido a una pasta de tomate a la que añadiremos poco a poco y removiendo bien, para evitar los grumos, el agua de cocer los mejillones. No añadiremos sal ya que el agua de los mejillones es salada.
Dejamos que hierva y movemos la cazuela un poquito por el mango para que la salsa tome cuerpo, añadimos los mejillones les dejamos un rato al calor con la salsa acordándonos de moverla de vez en cuando y ......
A COMEEEER...no olvidéis una buena barra de pan.
Oye, no sabía yo eso de que la guindilla pica más si el aceite esta frío....A partir de ahora siempre frío para que pique más, ja,ja,ja.
ResponderEliminar¡ Qué buenos los mejillones !
En casa con un kilo no tenemos ni para empezar....
Un abrazo,
María José.
Aliciaaaa pero qué rica tiene que estar esta receta. A mí me encantan los mejillones y mojar pan en las salsas... para qué contarte. Me apunto esta receta para la próxima vez que compre mejillones. Mmmmmmmmm
ResponderEliminar¡¡Gracias por la receta!!
Ah suerte con los aperitivos de mantequilla de anchoas ;)